Juventud Opina: Situación de los Jóvenes
“MALDITOS LOS PUEBLOS DONDE LA JUVENTUD NO HACE TEMBLAR AL TIRANO” Juan Montalvo
Durante años el ímpetu y el valor de los ilustres hombres y mujeres de otras épocas; por ejemplo: Atahualpa, Rumiñahui, Abdón Calderón, Antonio Ante, Manuela Cañizares, Gabriel García entre otros; habían movido el corazón de miles de jóvenes ecuatorianos, y de alguna manera con su ejemplo y su esfuerzo lograron hacer de este un pueblo de trabajadores, valientes y defensores de la justicia.
Me pregunto, ¿Qué pasaría si todos los hombres y mujeres que lucharon por libertar nuestro país, se enteraran que hoy, los jóvenes por quienes pelearon se han dejado oprimir por una nueva esclavitud, y no hacen nada para liberarse?
El letargo en el que se ha envuelto la Juventud Ecuatoriana es en el de la mediocridad, el quemimportismo, el consumismo, el borreguismo y el existencialismo.
Mediocres los jóvenes que en el estudio y en el trabajo hacen trampa, coíman, estafan, mienten, o simplemente hacen solo lo que les toca y no hacen más, y se creen “muy vivos”, dejando de lado la ética y el profesionalismo.
Quemimportistas los que ven como sus hermanos ecuatorianos sufren en las calles de su propia urbe, y más bien se preocupan de cosas superficiales: ropa, joyas, zapatos, carros, peinados o novi@s.
Consumistas los que “compran” todo lo que le vende el marketing extranjero (Norteamericano y Europeo sobre todo) le vende: estilos de vida, maneras de vestir, música, hábitos, arte, y se encargan de enterrar los años de historia y cultura de los pueblos originarios, claro, para no ser tildados de “longos”, “cholos” o “montubios” y pasar por “gringos” o “blancos”.
Borreguistas los que creen que hay que para ser “diferentes” hay que vestirse, actuar y pensar igual a tal o cual grupo, que por motivos de orden psicosocial o incluso de pensamiento político reprimen su criterio personal para ser “aceptados”, “populares” y dejar de ser “descolados”.
Existencialistas los que viven por vivir, y que piensan que los bailes, el alcohol, las mujeres, el tabaco, la calle, la droga, la vida “fashion” y “light” son lo único que necesitan para alcanzar esa felicidad etérea y fugaz, que no alcanzan, pero que preocuparse por lo que le pasa al resto es complicarse la vida “de gana”.
Espero con esto denunciar los males que atañen a los que tantas veces hemos sido calificados como: “El Futuro” o aún mejor “El presente de la Patria”, y a la vez ser la voz profética que prevenga el terrible fin de nuestra nación si las cosas siguen así; ser un pueblo “maldito”.